Por Claudio Arqueros
Publicado en La Tercera, 09 de abril de 2022
Si algún ministro o ministra del Interior -en cualquier parte del mundo- denunciara, sin pruebas y falsamente, delitos gravísimos que jamás existieron, no solo sería portada de periódicos, sino que además debería renunciar. No se puede gobernar pidiendo semanalmente disculpas.