Por Teresita Santa Cruz
Publicado en La Segunda, 06 de mayo de 2022
La ministra de RR.EE. señaló con una bochornosa liviandad que «todos los países violan los derechos humanos». Peor aún, lo dijo al anunciar la postulación de nuestro país al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Sus dichos constituyen una acusación gravísima —sin aportar evidencia alguna—, implican el riesgo de hacerlas parecer un ejercicio rutinario o trivial de los Estados y, en definitiva, banalizan situaciones sumamente delicadas.
Que la principal representante del país a nivel internacional haga declaraciones irreflexivas, cuyas consecuencias podrían ser críticas, compromete gravemente la proyección internacional de nuestro país en la materia.