En el último tiempo, Chile ha presenciado amenazas a la libertad de expresión con los intentos desde la extrema izquierda de controlar los contenidos y líneas editoriales de los medios de comunicación, o las cancelaciones a quien piensan diferente. Si bien, previo al 18-O ya encontrábamos casos de fake news y “funas”, con el proceso constituyente y la llegada del frenteamplismo al poder, esta situación se ha complejizado.