Por Teresita Santa Cruz
Publicado en La Tercera, 28 de octubre de 2022
Después de infructuosos intentos judiciales de un grupo de diputadas para eludir la obligación de realizarse un test de drogas, la Comisión de Ética de la Cámara se reunió para acordar la sanción pertinente. No obstante, al no alcanzar el quórum requerido, no se cursó castigo alguno.
La ausencia de sanciones frente al incumplimiento del reglamento de la Corporación no solo vuelve del todo infructuoso un importante mecanismo de control político y social de las autoridades, sino que también da una señal -bastante riesgosa- de que el incumplimiento de normas imperativas no trae aparejadas consecuencias, producto de una mayoría circunstancial.
Es inconcebible que, por un mero tecnicismo, el incumplimiento de una norma autoimpuesta quede impune, máxime cuando se trata de quienes deben guardar una conducta parlamentaria intachable y un desempeño honesto y leal de su función.