Este apunte constituye una continuación del ya publicado “Estado social vs. subsidiariedad: una aproximación”. A modo de guía para lo expuesto, es importante recordar que la subsidiariedad es un principio de ordenación social que vincula los esfuerzos estatales y privados respecto a la consecución del bien común. Así, el Estado debe permitir, por el natural deseo de asociatividad de las personas, y su vocación de solidaridad, que éstas sean las primeras llamadas a satisfacer las necesidades básicas de la sociedad. Sin embargo, en virtud de su dimensión positiva, debe garantizarlas cuando aquellos no pueden (o quieren) hacerlo.