Las críticas destempladas a determinadas empresas privadas, así como los llamados a sancionarlas de manera ejemplificadora no tienen asidero en la realidad técnica del sistema eléctrico, el cual muestra buenos índices de desempeño incluso a nivel latinoamericano. El rol fiscalizador del Estado, así como una debida prevención por parte de las empresas, pareciera ser el quid del asunto.
- Con éxito se inauguró el Taller de Conducción Política en Concepción
- Reforma a las pensiones: una propuesta desafortunada