El 01 de abril se cumplirán 27 años del asesinato de Jaime Guzmán. De los seis autores intelectuales, miembros de la directiva del FPMR que adoptó la decisión de asesinarlo, solo Enrique Villanueva cumplió una breve condena. Los demás han eludido a la justicia chilena: Galvarino Apablaza es refugiado político en Argentina desde 2010, aunque podría ser extraditado, pues el actual gobierno le retiró esa calidad: Juan Gutiérrez vive en el paraíso comunista de los Castro; Mauricio Hernández fue condenado pero se fugó en 1996 de la cárcel de “Alta seguridad” y hoy está preso en Brasil por secuestro; Marie Emmanuelle Verhoeven ha sido detenida dos veces en el extranjero, pero su extradición no ha prosperado, e Iván Figueroa fue asesinado por sus propios “compañeros” en lo que ellos denominan un “ajusticiamiento”. Los autores materiales han tenido similar suerte. Raúl Escobar fue apresado en México el 2017 por participar de una banda de secuestradores y Ricardo Palma, también condenado y luego fugado en 1996, por estos días ha sido detenido en Francia, pero después fue liberado.
La búsqueda de justicia para Jaime Guzmán ha sido procelosa: pruebas que desaparecen, una oprobiosa fuga desde la cárcel de “alta seguridad” y una extensa red de protección internacional que se ha manifestado en generosos asilos de gobiernos afines a su ideología y en decisiones de otros que consideran que Chile no ofrece garantías para un debido proceso. Ojalá los últimos sucesos comiencen a enderezar este tortuoso camino: los gobiernos de Argentina, México y Francia tienen la palabra.
Jorge Jaraquemada, La Tercera, 19 de Febrero de 2018