Durante el Gobierno de Michelle Bachelet se realizaron profundas reformas al sistema educativo de nuestro país. Dichas reformas se basaron en el eslogan de la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes, siendo las más emblemáticas la Reforma a la Educación Superior, la desmunicipalización de la educación pública y la Ley de Inclusión Escolar. No obstante, de ellas se refleja un voluntarismo ideológico, pues estos proyectos no se encargaron de la mayor falencia de la educación chilena: la calidad. Es por ello, que este número se referirá al legado educativo que deja el Gobierno y su distanciamiento con la calidad educativa.