Luego de más de cuatro años de negociaciones, el mes de Agosto recién pasado las delegaciones del gobierno colombiano y de las FARC-EP, anunciaron que habían llegado a un acuerdo final, integral y definitivo, que deberá ser aprobado por los ciudadanos colombianos el próximo 2 de octubre en las urnas, para que pueda ser implementado. El llamado “Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera” reúne seis entendimientos parciales sobre las materias que fueron objeto de negociación por el gobierno y las FARC-EP: i) desarrollo agrario; ii) participación política; iii) fin del conflicto; iv) drogas ilícitas; v) víctimas y vi) refrendación e implementación de lo negociado.
Con el fin de analizar en profundidad si el acuerdo alcanzado realmente pondrá fin al conflicto y conducirá a Colombia a un estado de paz, el presente número revisa las diferentes aristas y elementos que conforman, tanto el acuerdo alcanzado, como la historia que parece iniciar su proceso de finalización, luego de más de 50 años de conflicto. A continuación se describirán las cuestiones políticas más sobresalientes en las que cedió el gobierno –sacrificando recursos o algunas de sus instituciones jurídicas– y los compromisos que asumieron los integrantes de las FARC-EP.