La nueva Ley de fortalecimiento y transparencia de la democracia ha encauzado en una difícil tarea a los partidos políticos, cual es lograr refichar a sus militantes y conseguir a la vez inscribir otros nuevos, bajo ciertas condiciones (que detallamos más adelante) para poder constituirse como partido regional o nacional. Esta norma nace de una propuesta emitida por el Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción1 , que buscaba una solución al problema de la desconfianza ciudadana en la política. Esto llevó a la decisión de establecer que los partidos tendrían que refichar a sus militantes como señal de revalidación de las confianzas entre sus miembros. En este número describimos cómo funciona dicha Ley, cuáles son sus exigencias y motivaciones. Además, repasamos el estado en que se encuentra el proceso de refichaje en los diferentes partidos, para finalmente analizar posibles efectos que pueda generar los eventuales resultados de esta exigencia.
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