La muerte de Hugo Chávez no ha dejado a nadie indiferente. Su personalidad y estilo de gobierno son fenómenos complejos surgidos en circunstancias históricas singulares. Un militar que encabezó un golpe de Estado y que luego fue electo presidente liderando una revolución socialista bolivariana en su país y en América latina –con poco respeto por el estado de derecho y las libertades públicas– es llorado por su pueblo y respetado por la mayoría de los gobiernos de la región ¿Cómo es eso posible? A continuación algunas claves que ayudan a entender esta paradoja. Sin embargo, lo concreto es que ahora Venezuela tiene la oportunidad de recuperar el tiempo perdido de un prolongado letargo populista.
- Elecciones municipales y responsabilidad cívica
- Claudio Arqueros expone ante comisión de Familia sobre el proyecto de ley que establece «día de la adopción y del niño que está por nacer»