El proyecto de ley de financiamiento para el Transantiago, no obstante introducir un concepto innovador como el subsidio al pasaje escolar, carece de compromisos y objetivos concretos que promuevan la efectividad de los cambios que se siguen incorporando al sistema de transportes. Sin este esencial requisito, es probable que la discusión se vea entrampada y que debilite sus probabilidades de aprobación en el Congreso. Nuevamente el Gobierno ha demostrado escasa inteligencia a la hora de abordar un tema especialmente sensible y que desde sus orígenes ha sido de su absoluta responsabilidad.
