Una de las Reformas del Estado pendiente es el establecimiento de un sistema moderno y eficaz de rendición de cuentas y responsabilización de las autoridades públicas. Todos los órganos y personas que ejercen poder deben justificar sus acciones y decisiones ante la sociedad, deben responder por qué decidieron hacer lo que hicieron y cuáles fueron las razones para hacerlo de ese modo y no de otro. Es la única manera que la ciudadanía pueda evaluar integralmente a sus autoridades, contradecirlas y, por último, premiarlas o castigarlas con su voto. Pero, los controles formales debieran ser complementados con un sistema de rendición de cuentas con un enfoque moderno que privilegie una lógica de obtención de resultados que permita estimular el mejoramiento del desempeño gubernamental.
