Este martes 28 de junio se celebró el aniversario número 70 del natalicio de Jaime Guzmán. Para la ocasión, la Fundación organizó una tertulia con Andrés Chadwick, ex ministro y amigo cercano del senador.
Chadwick contó cómo lo conoció: él fue su alumno en primer año de Derecho en la Universidad Católica, en 1974. Irónicamente, Andrés no era cercano a las ideas de su profesor. De a poco fue sintiéndose más cómodo en su clase; Jaime era un profesor que dejaba que sus alumnos intervinieran y que se expresaran libremente.
Así comenzó a surgir la amistad entre ambos, amistad que duraría hasta su muerte. Siendo muy cercano a Jaime, Chadwick aprovechó la tertulia para conversar sobre las cualidades más humanas de su profesor y amigo: su gran sentido del humor, su inteligencia brillante, y su trato amistoso con sus más cercanos e incluso contrarios en pensamiento.
EL expositor hizo hincapié en la profunda fe que rodeaba la figura de Guzmán. Contó cómo Jaime irradiaba una energía sobrecogedora cuando hablaba de la fe. Así contó cómo el senador le daba una importancia primordial a la formación religiosa de las personas, preparando incluso a los hijos de sus amigos para la primera comunión. Además, Chadwick contó un par de anécdotas del interés de su amigo por la fe: de cómo en Taiwán llegó a una misa en un pequeño pueblo por la insistencia de él.
Por último, el ex ministro conversó sobre el interés de Jaime Guzmán en la política. Comentó que pese a que tenía una habilidad sorprendente para desenvolverse en ese mundo, su vocación real tenía que ver con el servicio más allá de las elecciones. De cómo finalmente su verdadero interés iba más de la mano con el apostolado cristiano y de cómo trató de guiar su vida a través de estos principios.