Señor Director,
Felipe Cussen (LUN, 19/12) plantea dos grandes mentiras sobre la votación respecto de la paridad: la primera, que la UDI votó en contra de las cuotas por una cuestión de misoginia y, la segunda, que esto se debió a que Jaime Guzmán era misógino. De la primera, basta escuchar la argumentación de los diputados a la hora de rechazar la exigencia para percatarse que no existe en ellas atisbo alguno de misoginia, sino resguardos de principios básicos para la democracia como lo es la igualdad ante la ley (solo como ejemplo); respecto de la segunda, las actas de notas que Guzmán tiene como profesor (en la década del 80, donde sitúa la acción la cineasta aludida por Cussen) exhiben justo lo contrario a lo que se expone: Gran parte de las mujeres aprueba y con buenas notas, hay hombres que tienen promedio deficiente y, de hecho, al menos en los documentos del archivo, no tenemos acta alguna que mencione a Luz Parot durante el periodo que ella consigna- por tanto no podemos dar cuenta nosotros, al menos, de lo que ella expresó-.
Una vez más atacan la figura de Jaime, sin pruebas, solo por hacer daño. Quizás olvida el poeta Cussen, que para las ciencias sociales- como la ciencia política-, el pacto de verosimilitud de la literatura no corre, y que hay que presentar pruebas que respalden nuestras intervenciones.
Benjamín N. Cofré Lagos
Fundación Jaime Guzmán
Las Últimas Noticias, 26 de diciembre
