El proceso constituyente en medio de la anomia: radiografía de las nuevas formas de conflictividad

Desde el 18 de octubre la conflictividad se ha expresado de modos tan violentos como incontenibles.

Los numerosos actores que hemos presenciado desde el 18 de octubre responden a una lógica diferente, un modo que algunos llaman “molecular”. Esta forma, horizontal, focal, dispersada, la vemos desde las evasiones masivas al metro, pasando por las performances feministas y queer, hasta el activismo “No más PSU”.

Eso que muchos llaman la calle, entiende la política en otros códigos que nunca dialogará con el lenguaje vertical y piramidal de nuestras instituciones, pues sus intenciones políticas no buscan un consenso con ellas, sino más bien generar una inestabilidad permanente del sistema político chileno. Un escenario como el descrito, no asegura un proceso constituyente democrático, ni mucho menos que se respeten los protocolos.

 

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