El escenario abierto por el resultado del plebiscito del 25 de octubre exige que aquellas personas e instituciones identificadas con el centro y la derecha política se esfuercen por encontrar puntos comunes de cara a la discusión constitucional, especialmente considerando la fragmentación ideológica de las distintas izquierdas. Por este motivo, los aquí firmantes nos comprometemos a promover, con ánimo de unidad y colaboración, algunos principios e ideas básicas para el bien del país.
Un elemento insoslayable es que el Estado está al servicio de la persona y la sociedad civil, y no al revés. Por lo tanto, su preocupación medular siempre debe ser respetar la dignidad y libertad personal, reconocer la diversidad social y auxiliar oportunamente tanto a los ciudadanos como a sus asociaciones. Para concretar estos propósitos, hoy es crucial instalar la modernización del Estado como eje del proceso constituyente.
Al precisar la orientación del aparato estatal y la necesidad de su reforma, buscamos favorecer la libre cooperación entre las personas y las agrupaciones intermedias, las virtudes del pluralismo social y de una sana competencia, y la indispensable participación de la sociedad civil en la provisión de bienes públicos. Solo así se abren espacios para la expresión de una sociedad robusta, que contribuya activamente a la realización material, cultural y espiritual de todos los ciudadanos. Asimismo, la modernización del Estado persigue ofrecer a las personas un trato digno y mejores herramientas que, junto a la asociación con otros, les permitan ser protagonistas de su propio destino.
Estas y otras ideas fundamentales forman parte de un consenso que hemos consolidado a través de los años en democracia. Los avances alcanzados ayudan a explicar los éxitos cosechados en las últimas tres décadas, pero aún quedan muchas tareas pendientes. El desafío de la hora presente consiste en adaptar esos principios e ideales a las exigencias del mundo actual, para responder adecuada mente a las demandas del Chile postransición. Para lograrlo, sin embargo, también es esencial superar el clima de violencia e intolerancia, que erosiona las condiciones elementales del diálogo democrático. Solo en paz podremos articular los acuerdos que requiere el país.
Jorge Jaraquemada
Director ejecutivo Fundación Jaime Guzmán
Claudio Alvarado
Director ejecutivo IES
Consuelo Alvial
Directora ejecutiva Instituto Libertad
Marcela Cubillos
Directora ejecutiva Libertad y Desarrollo
Alejandro Fernández
Director ejecutivo Fundación Pacto Social
Sebastián Izquierdo
Director ejecutivo Horizontal
Álvaro Iriarte
Director de Estudios Instituto Res Publica
Ricardo Neumann
Director ejecutivo Fundación para el Progreso
Juan Pablo Rodríguez
Director ejecutivo Fundación P!ensa
Pablo Valderrama
Director ejecutivo IdeaPaís