El contexto político y social que ha vivido el país en las últimas semanas da cuenta de un descontento generalizado en la ciudadanía, el cual no surge en el último tiempo, sino que se arrastra desde hace años por, entre otros, una serie de falencias en los servicios y prestaciones básicas a los que acceden las personas. Uno de los aspectos más críticos es el ámbito de la salud, especialmente en el sector público, donde los problemas son bastante conocidos: largas listas de espera, altos precios de los medicamentos, baja cobertura para ciertas enfermedades y mala calidad de atención.
Es en este contexto que se han promovido una serie de iniciativas que buscan dar respuesta a estos problemas, buscando dar una solución concreta a problemáticas que afectan gravemente la calidad de vida de la ciudadanía. Sin embargo, estas iniciativas no están exentas de críticas, por cuanto en muchos casos se han impulsado consignas ideológicas, sumamente dañinas, por medio de los proyectos que conforman esta “Agenda Social”.