Si hay algo que debemos aprender del proceso anterior es que aquella tendencia que parecía imposible de contener fue revertida súbitamente y con la misma fuerza que movió causas anteriores.
Columnas
“Hoy, a cincuenta años, es demasiado fácil afirmar que el quiebre institucional podría haberse evitado y que lo ideal era haber hecho más esfuerzos por impedirlo”
La exconvencional Elisa Loncon negó acceso a los antecedentes que tuvo a la vista la Universidad de Santiago para otorgarle un año sabático remunerado. Recibida la solicitud de acceso, sin evaluar su procedencia, la USACH dio traslado a Loncon quien se opuso a su entrega. La universidad procedió equivocadamente.
El director de la Fundación Jaime Guzmán enfatiza que, ante la conmemoración que se celebrará en septiembre próximo, el énfasis debe estar «en evitar las situaciones que llevaron al golpe”. En ese sentido, llama al gobierno -que prepara su propio relato para la conmemoración de esta fecha- a que se pronuncie “por lo que fue la UP entre el 70 y el 73″.
Como es ya costumbre, partió el programa de pasantes que organiza la Fundación Jaime Guzmán cada año. Este año, la instancia le permitirá a alumnos universitarios trabajar en el Área Legislativa durante todo el mes de enero.
La capacidad del gobierno de “dar por cerrados” ciertos capítulos sin asumir las responsabilidades del caso no deja de sorprender.
Los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) develan, tristemente, la lamentable y contundente debacle de la educación pública en Chile.
Después del rotundo fracaso del Gobierno al impulsar un proyecto de ley que concedía la amnistía a los llamados “presos del estallido”, el Presidente Boric concedió indultos particulares a un grupo de personas condenadas por delitos cometidos durante la ola de violencia que azotó a nuestro país desde el nefasto 18 de octubre de 2019 y, además, a un integrante del FPMR que robó un banco.
Un acuerdo político supone una alianza en virtud de un horizonte común que se persigue y que, sin dicha unión, aquel objetivo no podría alcanzarse. Pero, a la vez, supone que las partes que lo suscriben no sólo respetarán lo acordado y honrarán su palabra, sino además y antes que todo, entienden lo mismo respecto del contenido pactado.
Más allá de lo temerario que es afirmar —con la vehemencia que hemos leído en estos últimos días— lo que Jaime Guzmán habría hecho o no en medio del proceso constitucional que atravesamos, tanta referencia a su nombre confirma la relevancia histórica de su figura.
En la discusión de la reforma tributaria, la Comisión de Hacienda de la Cámara aprobó la desintegración y la creación del impuesto al diferimiento de impuestos finales.
La Convención no logró seducir a la ciudadanía para que apoyara sus delirios refundacionales y tampoco trajo paz al país -que también era un propósito del acuerdo del 15 de noviembre de 2019– para superar la violencia que nos acosa. Ella misma fue expresión cotidiana de radicalización, agresividad y exclusión. Por ende, la Convención fracasó estrepitosamente.
A ocho meses del inicio de la administración liderada por Gabriel Boric observamos un presidente que comienza a pedir acuerdos y a enmendar algunos de sus juicios políticos. Hay quienes asumen que esto es una señal de moderación. Otros consideran que es la fuerza de la realidad: enfrentado a importantes desafíos entre marzo y noviembre, ha salido derrotado en todos.
Por Jaime Guzmán E. Publicado en La Tercera, 19 de noviembre de 1989 Clic aquí para ver el documento original. El fin de semana pasado el corazón de todos los hombres y mujeres libres del mundo se estremeció de
Después de infructuosos intentos judiciales de un grupo de diputadas para eludir la obligación de realizarse un test de drogas, la Comisión de Ética de la Cámara se reunió para acordar la sanción pertinente. No obstante, al no alcanzar el quórum requerido, no se cursó castigo alguno.