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La masificación tecnológica experimentada durante las últimas décadas podría catalogarse como una verdadera revolución respecto de cómo nos relacionamos socialmente. La aparición de internet y su consumo a gran escala dio pasos no solo a la interconexión global, sino a formas de sociabilizar nunca antes vistas. Las comunicaciones se inmediatizaron, logrando que podamos estar en contacto en todo momento y a tiempo real, y con un solo click podemos adquirir productos desde el otro extremo del globo. Ese es el nivel de avance que el mundo digital empezó a brindar. Al comenzar el tercer milenio, las redes sociales comenzaron a aparecer y convocar a los primeros cibernautas, apareciendo plataformas como MySpace, Fotolog o Messenger, que dieron paso a Facebook y Twitter, más recientemente a Instagram y Snapchat y hoy, TikTok, entre muchas otras. Todos estos espacios virtuales han logrado modificar las relaciones humanas y el consumo de contenidos a la vez que se instalan como la nueva plaza pública, lugar donde se dan las discusiones.
Solo como un botón de la importancia de estas tecnologías en el diario vivir de las personas, es que el día lunes 04 de octubre, las redes de la compañía de Mark Zuckerberg Facebook, Instagram y WhatsApp se cayeron, dejando de funcionar cerca de las 12.45 p.m. (huso chileno). Si bien es cierto que las dos primeras plataformas mencionadas se relacionan más con el ocio, la caída del gestor de mensajería WhatsApp representó un gran problema como núcleo de las comunicaciones de varias empresas y familias, debiendo rápidamente buscar alternativas de mensajerías en las competencias de la aplicación que recobró funciones a eso de las 19.00 h.
Con la masificación de los teléfonos móviles inteligentes y su conexión autónoma a las redes de internet, se pueden crear y compartir miles de millones de nuevas fotografías, registros audiovisuales y de texto que son subidas a la web en cosa de segundos, transformándose estas herramientas en dispositivos claves a la hora de estudiar y comprender los fenómenos sociales, sobre todo en el pulso cultural y político posterior a las revueltas del 18-O. El presente Ideas & Propuestas aborda las nuevas dinámicas de conflicto a través del ciberespacio, con especial atención a la llamada Cultura de la Cancelación. Se revisa su implementación en las plataformas mencionadas, las raíces teóricas que lo sustentan y cómo se evidencian en el escenario político que se vive en el Chile en conflictividad.
