Por Jorge Jaraquemada
31 de enero de 2022
Enero se nos va entre los gustos por la “mayo” y el apoyo a Taylor Swift del presidente electo, las zapatillas de Camila y los diálogos entre Brownie y Kody. Poco se pregunta a las nuevas autoridades sobre las muertes en la Araucanía o el avance en la Convención Constitucional de normas que insisten en agredir la libertad de expresión, que destruirán la minería, principal sustento económico de Chile, y otras francamente curiosas o derechamente ridículas. Parecen ser los gajes de una democracia sentimental.