En enero, Perú presentó oficialmente ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, una demanda en contra de nuestro país con el objeto de obtener una nueva delimitación marítima. Chile, basado en una serie de instrumentos jurídicos suscritos entre ambas naciones y en la recopilación de “actos propios”, sostiene que el límite marítimo ya ha sido fijado. Los argumentos para defender nuestra posición son sólidos. Sin embargo, Perú ha construido una argumentación en torno al territorio que Chile denomina “mar presencial” que debe ser abordada con cautela. El proceso será largo y ambas naciones se verán enfrentadas en una causa que, más allá de los aspectos controvertidos, las obligará a velar porque no ocurran incidentes que compliquen aún más su relación bilateral.
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