Por Arturo Hasbún
La Tercera, 14 de diciembre 2024
Darwin decía que las especies deben adaptarse o perecer. En su carta de ayer, el gerente general de la Editorial Jurídica de Chile reconoce que ya en 2013 tenían problemas económicos insuperables. Ello demuestra la ineficiencia flagrante del Estado, que en 11 años no ha podido tramitar normas que habiliten su liquidación.
Creo injusto que en su carta, el sr. Samuel Soto señale que me “equivoco” por no señalar que ellos no tienen financiamiento estatal desde 1977. Primero, porque no me referí a su financiamiento; segundo, porque tal como lo hace TVN, ellos están solicitando recursos estatales vía ley, para el pago de sus obligaciones con los trabajadores; tercero, porque creo que cualquier empresa o corporación pública que no sea sostenible, debe ser cerrada. La Editorial tiene un monopolio legal para editar códigos oficiales, pero aun así la tecnología y la competencia la superó.
El gerente general me acusa de imprecisión respecto del monto de su deuda con los trabajadores, originada porque en diciembre de 2019 se habrían auto despedido todos menos el presidente del sindicato. Aclaro que me restringí a aplicar los valores transparentados por el ministro de Justicia (entre 800 y 900 millones de pesos). Serán los tribunales los que aclaren el monto total.
Finalmente, bien se señala que gran parte de las deudas de la Editorial son por intereses o reajustes, por la lentitud de su liquidación, lo que abona a que rápidamente se debe resolver qué hacer con ella (y también con TVN). Queda manifiesta la burocracia de estos procesos y que la tardanza en su liquidación solo generará más deudas para Chile. Si hoy se propone reemplazar la función esencial de la Editorial Jurídica por una comisión ad honorem, seguro existen fórmulas para dar viabilidad a la misión pública que cumple -o debería cumplir- TVN.
