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La niñez es un concepto del cual se ha teorizado mucho durante las últimas décadas. Gran parte de dicha reflexión se debe a los terribles acontecimientos vividos por la humanidad durante el siglo XX, pero también a un creciente desarrollo de la técnica educativa y de la neurociencia.
Se ha llegado al consenso de que la infancia es la etapa más decisiva para el desarrollo integral de las personas, lo que a nivel político ha tenido como manifestación más importante a la Convención de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1989, instrumento que sería ratificado por prácticamente toda la comunidad internacional, incluyendo a nuestro país. Desde la Convención de Derechos del Niño hasta la fecha han sido numerosos los programas, tanto nacionales como internacionales, que han emergido con la misión de resguardar la infancia. Han proliferado las ONG en la materia, se han teorizado nuevos principios en el ámbito académico y se ha pulido la legislación, creando nuevos derechos para las niños y nuevas obligaciones para los padres y los órganos del Estado.
Dentro de este contexto se ha promulgado la Ley que Establece las Garantías de la Niñez, la cual pretende establecer el marco normativo que informará todas las políticas relacionadas con la infancia que se promuevan de ahora en adelante en nuestro país. En la presente edición, analizaremos el impacto de la Ley de Garantías y hasta que punto este cuerpo normativo se hace cargo de la finalidad última, que es el bienestar de los niños.
