Por Bernardita Valdés
La Tercera, 23 de noviembre 2024
Frente al supuesto “pesimismo ideológico” que atribuyó el Presidente a los empresarios, creo necesario aclarar que esta percepción es una realidad que enfrentamos todos los chilenos.
Las reformas -o intentos de reformas- de los últimos años, en conjunto con un contexto nacional marcado por inestabilidad política, social y económica, han incrementado la incertidumbre de manera significativa. No se trata de una resistencia al cambio, sino de una preocupación legítima frente a las condiciones que dificultan la planificación y el desarrollo de cualquier actividad económica.
Esta incertidumbre no afecta solo a los empresarios; nos golpea a todos. Consumidores, trabajadores y emprendedores estamos adaptándonos a un escenario donde el riesgo de pérdida al parecer supera las posibilidades de crecimiento. Las decisiones legislativas, aunque motivadas por objetivos loables, deben considerar sus efectos prácticos para evitar paralizar la inversión, el empleo y la confianza.
El llamado no es al inmovilismo, sino a una reflexión profunda y, para ello, es imprescindible reconocer que el “pesimismo” es más una reacción a las circunstancias que una posición ideológica.
