El 29 de noviembre de 2024, el Parlamento británico aprobó la Moción para Legalizar la Muerte Asistida, que permite la eutanasia y el suicidio asistido en Inglaterra y Gales para pacientes que cumplan ciertos requisitos. Aunque la moción pueda parecer estricta, se presta para posibles abusos, ya que en muchos casos el sufrimiento de los pacientes es de índole sicológico, o podría ser tratado con cuidados paliativos en lugar de optar por la muerte asistida.
Este avance en el Reino Unido tiene repercusiones en el debate chileno donde se discute un proyecto similar. En Chile, el Gobierno apoya la legalización vinculándola con los cuidados paliativos, aunque críticos señalan que ambos enfoques tienen objetivos diferentes. Pareciera mejor, más bien, fortalecer el sistema de cuidados paliativos nacional, y así poder acompañar en sus últimos momentos a la mayor cantidad de enfermos terminales.