Por Daniela Carrasco
11 de marzo de 2022
En la conmemoración de un nuevo 8M, colectivos feministas han llamado (siguiendo a la marxista Rosa Luxemburgo) a una nueva Huelga General. Este dato permite advertir que no es un día que represente a todas las mujeres. Desde sus orígenes, la II Internacional Socialista impulsó el Día Internacional de la Mujer “Trabajadora”, cuyo horizonte era instalar un supuesto conflicto de clases antes que la búsqueda de la igualdad política de la mujer. La trabajadora, como sujeto político, era la obrera (diferenciándose de la “burguesa”).
Asimismo, han afirmado que el 8M debe ser “antirracista, anticapitalista, anticarcelario, antinegacionista” entre otras consignas. Esto también demuestra que los feminismos siguen una clara agenda política para subvertir el sistema político, al que acusan de opresor, capitalista y neoliberal.
Con todo, es un buen día para volver a recordar que los feminismos de hoy no buscan solucionar problemas pendientes en temas de mujer, sino usarlas para instalar antagonismos ficticios en la sociedad. No solo ven hombres contra mujeres, sino también heterosexuales versus disidencias sexuales (Teoría Queer). Esto solo se explica producto del odio ideológico que los funda.