En pleno siglo XXI, lamentablemente, las mujeres aún podemos ver nuestra dignidad vulnerada. Sin embargo, los feminismos contemporáneos en nada han contribuido a resolver este problema. Muy por el contrario, hoy se imponen como un totalitarismo ideológico.
Nos dictan cómo comportarnos, cómo hablar, o cómo debemos vestirnos. Buscan modificar (deconstruir) las identidades individuales, e incluso lo más íntimo como la sexualidad. Si alguien difiere con su agenda e imaginario político intentan cancelarlo. Recordemos que con fuerza han señalado que “La facha, la paca ni la cuica son compañeras”.
Hay que poner atajo a las vulneraciones que las mujeres podemos sufrir, con políticas públicas eficientes que no caigan en ideologías inservibles. Porque los feminismos en 2021, antes que una defensa a la mujer, tienen una agenda ideológica que busca anular las identidades y desconocen la naturaleza humana.
Daniela Carrasco
Fundación Jaime Guzmán