La forma en que el Gobierno ha conducido el “proceso constituyente” ha sido, en los hechos, desconcertante. El Gobierno ha sido incapaz en más de 4 años, de señalar qué es lo que busca cambiar. La Nueva Mayoría –que enarboló en su programa la necesidad de una NUEVA CONSTITUCIÓN como una reforma estructural del sistema político- no fue capaz de salir de esa consigna:
¡Necesitamos una Nueva constitución! Pero…¿Cuál?…¡no importa, Nueva Constitución!