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Hace varios años que hemos sido testigos del impulso de las banderas a favor del aborto en nuestro país. En septiembre de 2017 se promulgó la Ley Nº 21.030 que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, permitiendo el aborto en los casos de riesgo vital de la madre, inviabilidad fetal y violación.
En aquellos tiempos, los impulsores del proyecto convencían a la opinión pública de que una medida como aquella no era un primer paso hacia una política de aborto libre, sino una política excepcional, dada la gravedad de las causales.
Hoy nos enfrentamos nuevamente a la discusión de una ley que no solo permite el aborto en ciertas circunstancias, sino que lo despenaliza libremente hasta las 14 semanas de gestación. Ha quedado en evidencia, por tanto, que el argumento esgrimido con fuerza para aprobar la ley de tres causales no era más que una táctica para avanzar hacia una política de aborto libre en nuestro país.
En la presente edición, analizaremos el Proyecto de Ley que regula la despenalización del aborto consentido por la mujer dentro de las catorce semanas de gestación, junto con las principales falacias que contiene y por qué no es adecuado para solucionar el problema de los embarazos vulnerables en nuestro país.
