En su carta publicada en este medio, Patricio Novoa de la Corporación SOS Salud Chile, se refirió a la llamada “Ley CENABAST”. Al respecto, señala que el espíritu del proyecto original era “contrarrestar el poder negociador de las farmacias mediante el poder monopólico del Estado”, y que al incorporar a las cadenas de farmacias, éstas podrían continuar cometiendo delitos y faltas. Cabe recordar que el objetivo primordial de la ley – indicado expresamente en el Mensaje – es reducir el gasto de bolsillo en medicamentos, aprovechando el poder negociador de CENABAST al comprar en grandes volúmenes. Es más, la ley establece un precio máximo de venta para los establecimientos que se acojan a ella, y prohíbe la intermediación a aquellos que hayan sido sancionados por infracción a las normas de libre competencia.
La incorporación de las cadenas de farmacias – que se aplicará gradualmente, dos años después de promulgada la ley – se hizo considerando su mayor cobertura geográfica, permitiendo a más pacientes acceder a estos productos a un menor precio. En definitiva, la ley no busca beneficiar a uno u otro establecimiento, sino que a los miles de chilenos que hoy se enfrentan a un altísimo gasto de bolsillo en medicamentos, objetivo que se verá potenciado mientras más establecimientos opten por someterse a este sistema.