Por Felipe Lyon
Publicado en La Tercera, 31 de mayo de 2022
El mismo sector político que hablaba de “trampas” y “cerrojos” en la actual Constitución, continúa con la instalación de las suyas en el borrador.
Mediante una norma transitoria pretenden elevar a 2/3 el quórum de cualquier reforma a la Constitución hasta que asuma el nuevo Congreso Plurinacional que —con una composición similar a la Convención— saben que podrán controlar.
Sin embargo, algo hay que agradecerle a esta propuesta: es la confirmación de que el “Apruebo para reformar” no existe. Las personas que quieren cambios graduales, reformas responsables y equilibrio en el poder, ya saben que el rechazo les dará mayores garantías.