Aprobada la idea de legislar la Reforma Previsional, corresponde iniciar la votación artículo por artículo en la Comisión de Trabajo. Y las señales entregadas en el último tiempo no son muy auspiciosas para dicho debate. La izquierda ha sobre ideologizado el debate, alejándose de la evidencia en la materia. Es así que cabe preguntarse si la finalidad es mejorar las pensiones -de forma responsable-, o aumentar el poder del Estado.
“No+AFP” ha propuesto el Frente Amplio, sugiriendo un sistema de reparto. Olvidan decir que dicho sistema es insostenible financieramente, debido al envejecimiento de la población. Tampoco señalan que en el antiguo sistema de reparto, quienes no contaban con al menos 15 años de cotizaciones -lo que hoy ocurre con casi el 50% de los trabajadores- no podían acceder a una pensión, perdiendo todos los recursos aportados al fondo. También olvidar decir que podrían mejorar -solo un poco- las pensiones de los actuales jubilados, pero condenando a la miseria a sus hijos y nietos, que no podrían alcanzar una pensión por falta de recursos. Por último, tampoco dan cuenta de lo regresiva que es la solidaridad intergeneracional: ¿Acaso es justo, por efecto del tope imponible, que la clase media y baja concurra a este fondo solidario en mayor proporción de sus rentas que la clase alta?
“Ningún peso + a las AFP” han propuesto parlamentarios de centro izquierda, sugiriendo la creación de un ente estatal para la administración de la cotización adicional. Nadie ha mencionado que la creación de este ente estatal no aumenta un solo peso las pensiones de los futuros jubilados y, es más, implica un innecesario gasto fiscal que, probablemente, solo aumentará la grasa del Estado, sin redundar en mayores beneficios para los trabajadores que, además, deberán pagar una comisión por ello. En esta materia, si la creación de este ente es condición necesaria para la aprobación del proyecto, al menos se debe establecer la libertad de elección del afiliado.
Que el sistema administrado por las AFP requiere cambios, no hay duda. Pero dichas modificaciones deben estar siempre orientadas al mejoramiento de las pensiones de nuestros jubilados. Para ello es muy importante aumentar la tasa de cotización, reducir las lagunas previsionales y educar previsionalmente a la población. Lamentablemente, estas aristas no han sido parte de las negociaciones.
Diego Vicuña, El Líbero, 23 de mayo de 2019