“La violencia política se debe condenar y erradicar, es enemiga de la democracia y la sociedad, pues atenta contra su esencia más profunda: la convivencia en la diferencia”.
Miércoles 16 de septiembre.– Ayer, en el Cementerio General de Santiago, se realizó una ceremonia de desagravio en memoria a Jaime Guzmán, por un ataque violentista realizado el fin de semana en su tumba. Contó con la presencia de más de 60 personas, entre ellos los Diputados Arturo Squella y José Antonio Kast, el Director Ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán, Jorge Jaraquemada, y gremialistas de todas las edades provenientes de distintas universidades.
La instancia se inició con un discurso de José Antonio Kast en el que mencionó; “estamos aquí no por odio ni rencor si no por el profundo amor que le tenemos a nuestra patria, así como por el respeto y cariño que le tenemos a Jaime. Él entregó su vida por defender las ideas”. Luego, Jorge Jaraquemada destacó: “Y respondemos a este nuevo ataque como el mismo Jaime nos enseñó con su noble y valiente ejemplo. Seguiremos trabajando pacíficamente, sin dejarnos amilanar por la violencia ni la fuerza injusta, para que nuevas generaciones conozcan y asuman su legado. Porque cada acto violento, lejos de amedrentarnos, nos impulsa a esforzarnos más para construir una sociedad libre y justa, con sólidos valores y oportunidades para todos”.
Después, Ervin Castillo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Talca, planteó: “tenemos que estar en la vida pública como una dedicación de vida y seguir lo que Guzmán hizo porque amaba Chile”. Por último, Vicente Ruiz-Tagle, presidente del Movimiento Gremial de la Pontificia Universidad Católica de Chile recalcó: “nosotros, al igual que Jaime Guzmán, creemos que el valor de nuestras ideas se da por lo que valen en sí mismas, no por la violencia ni la fuerza. A Jaime lo mataron porque era un signo para las ideas que representamos, con esto se está vulnerando a todas las personas que piensan distinto en nuestro país”.
Antes de finalizar la ceremonia, Juan Eduardo Ibáñez, miembro del directorio de la Fundación, junto con Francisco Moreno, sobrino de Jaime Guzmán, dejaron una ofrenda floral en la tumba de Guzmán y después todos los asistentes le llevaron banderas de Chile, en señal de la labor y continuidad de su obra.
Ver discurso de Jorge Jaraquemada y José Antonio Kast