Hablar hoy de la reforma en salud se reduce a la implementación del AUGE, el cual no tendrá un impacto significativo mientras no modifique su enfoque curativo por uno preventivo, que mejore los hábitos y conductas de la ciudadanía, sobretodo considerando que el 50% del gasto total se concentra en tres enfermedades prevenibles. Además, de nada sirve otorgar atención prioritaria universal si la calidad es inferior a los estándares mínimos internacionales. Por ello, antes de sumar más patologías, se deben corregir los problemas de información, financiamiento, infraestructura, elección de patologías, así como fortalecer la atención de enfermedades no AUGE, la evaluación del plan y el número de hospitales autogestionados prometidos.
