Columna Respuesta a «Constitución a fondo: Jaime Guzmán y Enrique Ortúzar a favor de la eutanasia«, por Kurt Scheel.
Una reciente columna de Kurt Scheel, publicada en El Mostrador, afirma que Guzmán y Ortúzar estarían a favor de la eutanasia. Esto, debido a que, a su juicio, de los contenidos de las actas de la comisión costituyente (Tomo II, págs. 171 y 172), se podría concluir que “los derechos tienen excepciones en su ejercicio práctico y que la crueldad no puede admitirse nunca, pues ella es moralmente ilícita, depositando a Dios como el único capaz de imponer este tipo de sanciones.” En esa misma dirección, Scheel pregunta más adelante: “¿No es acaso el acto de mantener vivo a un enfermo desahuciado, una persona –moralmente- muerta en vida, el mayor acto de crueldad y tormento psíquico al que esa personas podría ser sometida?».
Sin embargo, esta inferencia es falaz pues llega a una conclusión equivocada, por dos motivos. Primero, porque supone –temerariamente- que Guzmán asumiría su pregunta (respecto de que mantener al desahuciado vivo es cruel e inmoral) como verdadera. Segundo, porque llega a ella a partir de datos o extractos aislados e insuficientes para intentar demostrar su convicción. Bastaba que Scheel hubiese seguido una lectura atenta a las actas de la misma comisión que él utilizó, y promueve leer, para advertir que precisamente la explicitación del derecho a la vida en la carta fundamental tenía para la comisión, incluyendo a Guzmán (pues él expresa su adherencia), además de la intención de proteger a los no nacidos y a quienes han nacido con alguna deficiencia, no admitir la eutanasia.
Así queda de manifiesto, cuando en el tomo III, pág. 170, Evans afirma: “El derecho a la vida implica considerar la posibilidad de entregarle categóricamente a la ley, la protección de los derechos de los que están por nacer, e implica, también, la protección de la vida del que nace con una tara o con alguna deformidad. El derecho a la vida elimina la posibilidad de la eugenesia y la eutanasia”. Inmediatamente después de escuchar esta intervención, Guzmán señala que “las dudas que tenía sobre este particular se han disipado, motivo por el cual anuncia que votará favorablemente la idea de contemplar este derecho (el de la vida) en el texto constitucional”.
Finalmente, ya no Guzmán, sino Evans, deja constancia de que esta explicitación del derecho a la vida en la constitución (por los argumentos esbozados) tienen la finalidad de “contribuir a esclarecer el criterio de los intérpretes” Tomo III, pág. 171, Comisión Ortúzar. Lamentablemente, esto no bastó para Scheel.
Benjamín Cofré, Encargado Archivo Fundación Jaime Guzmán