La amplia victoria de la opción “Apruebo” en el plebiscito entregó un nuevo aire a la oposición, la cual ha intentado adueñarse del 78% y, a partir de ese resultado, retomar la esquiva unidad en sus filas. No obstante ello, la unidad no es ni de relato ni de ideas, sino más bien una unidad en contra de todo aquello que esté relacionado con el gobierno o la derecha. Es decir, la unidad busca infligir daño al oficialismo.
Así, sin importar que las políticas propuestas sean populistas o irresponsables, la oposición avanza en el silenciamiento de las ideas contrarias, y no en el convencimiento de que sus ideas puedan ser más convenientes para la ciudadanía. Es de esperar que el bien de Chile pueda imponerse en el corto plazo y que la extrema polarización del Congreso termine, para abocarse en las necesidades urgentes de los habitantes de nuestro país.