Hace unas semanas se encuentra en discusión en el Senado el proyecto que reemplazaría al CAE por un Sistema de Financiamiento Solidario (SIFS). El primer cambio que se realizó al CAE, durante el primer mandato del Presidente Sebastián Piñera, rebajó el interés de un 6% a un 2%. También, en el mismo periodo, se presentó un proyecto para reemplazar en su totalidad al CAE, no obstante, este no fue discutido en el Congreso. Luego, el último mes de Gobierno de Bachelet, se presentó un proyecto de las mismas características que el presentado el 2012. Con estos antecedentes, cabe preguntarnos: ¿por qué, sabiendo de las deficiencias que tenía el CAE, no fue considerado como una mejora en la profunda reforma a la educación superior que se hizo el gobierno pasado?. Esa es una pregunta que quedará para analizar.
Este año se presentó el SIFS, un sistema que aborda las principales controversias que ponían en jaque al actual crédito. Entre ellas, elimina a la banca, condona la deuda a los 15 años de pago regular, establece un cese de pago por cesantía y a quienes tengan sueldos inferiores al sueldo mínimo, y cubre 1,5 veces más el arancel regulado en comparación al CAE. Además, tiene una tasa fija al 2% del interés, es contingente al ingreso, etc.
A pesar de todo ello, la discusión debe ser profundizada, en especial en la exigencia para las instituciones de cubrir a través de créditos o becas propias la diferencia entre el arancel regulado y el real. Esto, principalmente, porque esta medida podría generar que las instituciones reciban menos ingresos, lo que se podría traducir en menos inversión en calidad. Actualmente, una de las recomendaciones de la OCDE para la educación superior chilena es fortalecer la investigación, para ello se necesita de mayor apoyo y recursos para las IES.
A pesar de esta observación al proyecto –la cual esperamos sea mejorada en su tramitación– este no deja de ser mejor que el CAE. Hoy necesitamos afrontar la situación de los deudores, quienes podrán cambiarse a este crédito, readaptando su deuda a estos beneficios, y también se requiere de no seguir beneficiando a estudiantes con un crédito que ha demostrado no ser eficiente.
No debemos olvidar que los problemas de la educación van más allá de su financiamiento. Existe una relación de responsabilidad personal del alumno de informarse sobre la carrera que va a estudiar y como es su oferta laboral, por ello, es importante que el MINEDUC refuerce este punto. Asimismo, aún tenemos desafíos pendientes en calidad y relación del mercado laboral con los CFT e IP. Por otro lado, el CAE nunca tuvo una evaluación de impacto, y creemos que para la sustentabilidad del SIFS, es importante realizar estas evaluaciones para ir enfrentando los problemas que se den en el camino y solucionarlos de manera oportuna, evitando los errores del pasado.