La inveterada práctica de la migración humana está adoptando formas cada vez más complejas, y no sólo en razón del número de los flujos demográficos. Esto está desafiando a los Estados nacionales, entre ellos a Chile, que ha experimentado un reciente incremento sin precedentes de la tasa de extranjeros en su territorio. Se advierte que las medidas internas de contención sólo resultarán paliativas si son acompañadas de una política exterior migratoria que pueda contrarrestar los efectos negativos de un fenómeno que comienza a emerger en la forma de un latente conflicto social.
- Manuel Inostroza | Crisis del sistema de Isapres: futuros escenarios
- Deberes en el anteproyecto constitucional